Concepción actual del conocimiento. Emiro Torres

INTRODUCCION:
El conocimiento siempre ha tenido un rol importante en el desarrollo cultural y la transición social de los grupos y las comunidades, sin embargo, se puede destacar que es en el siglo XVII cuando la ciencia moderna produce innovaciones que promueven la llamada Revolución Científica. La tecnología está fundamentada en el progreso de la ciencia, también en el progreso moral y ético. Todo adelanto científico está condicionado a que la tecnología desarrolle medios que le permitan mejorar sus procedimientos.

Lo que se define como "sociedad del conocimiento" está fuertemente unida al desarrollo tecnológico. La sociedad del conocimiento es producto de la revolución tecnológica, como en el pasado, la revolución industrial marco un hito en la historia.
Entre las acepciones sobre este concepto podemos señalar, que muchos autores coinciden en la capacidad de las instituciones o personas para adquirir, procesar, aplicar y difundir conocimiento.
La sociedad del conocimiento, transforma y define a la información como un recurso necesario para su integración social, política y económica. La transición de una sociedad denominada “sociedad de la información” a otra sociedad, tal como se le empieza a indicar, “sociedad del conocimiento”, cuyas bases se sostienen sobre  las estructuras de las redes y recursos de información, en la valorización del conocimiento de todos los miembros que se conforman en grupos y asociaciones a la cual pertenecen y al entorno intra e interinstitucional que lo conforma.
Entre las áreas de actividad humana en las que las tecnologías de la información están teniendo mayor impacto se encuentran, el aprendizaje y la adquisición de conocimientos; el trabajo; y la comunicación.
Las comunidades del conocimiento están formadas por un grupo interdisciplinario con el objetivo de diseñar, adaptar e integrar las herramientas, técnicas y recursos necesarios para el manejo del conocimiento.

1. LA REVOLUCION CIENTÍFICA-TECNOLÓGICA COMO ANTECEDENTE DE LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
Históricamente la mayor vinculación entre la ciencia y la tecnología se ha producido a partir del siglo XVII, el conocimiento en sí mismo, siempre ha tenido un rol importante en el desarrollo cultural y la transición social de los grupos y las comunidades, con el fin de mejorar el nivel de vida, sin embargo, se puede destacar que es en el siglo XVII cuando la ciencia moderna produce innovaciones que promueven la llamada Revolución Científica: “En todas las sociedades hay y ha habido conocimiento y es una característica definitoria de las sociedades del homo sapiens”[i]
De esta manera, se puede destacar, por ejemplo, que la sociedad paleolítica se caracterizó por el uso de la piedra astillada, el neolítico por la piedra pulimentada, la transición a la edad del bronce, luego a la del hierro. Uno de los procesos, quizás de los más importantes, es la navegación, que conduce a los descubrimientos y el inicio de los procesos revolucionarios, (Revolución Industrial, Científica, etc.).  Los avances económicos hacen posible la Revolución Industrial con la concentración y multiplicación de los medios de producción, consecuencia de las exigencias económicas (los primeros artefactos de regulación automática, producción en línea).
A finales del siglo XIX e inicio del XX las industrias iniciadas y mantenidas con un carácter científico, como la industria química y la eléctrica comenzaron a desarrollarse y la ciencia se incorporó al proceso productivo. Después de la Segunda Guerra Mundial  surge la Revolución Científica-Tecnológica (la mecanización, la automatización, el desarrollo de las telecomunicaciones y la incorporación de las tecnologías de información en casi todas las actividades laborales a través de la electrónica y la microelectrónica). 
La tecnología está fundamentada en el progreso de la ciencia, también en el progreso moral y ético, todo adelanto científico está condicionado a que la tecnología desarrolle medios que le permitan mejorar sus procedimientos.
Lo que se define como "sociedad del conocimiento" está fuertemente unida al desarrollo tecnológico. La sociedad del conocimiento es producto de la revolución tecnológica, como en el pasado, la Revolución Industrial marcó un hito en la historia.
Entre las acepciones sobre este concepto podemos señalar, que muchos autores coinciden en la capacidad de las instituciones o personas para adquirir, procesar, aplicar y difundir conocimiento, en este sentido Javier Echeverría, expone que:
La red INTERNET estuvo dedicada durante muchos años al uso exclusivo en los ámbitos educativos y de investigación, aunque en la actualidad la mitad de los usuarios de dicha red son compañías comerciales y de negocios, aun así, una de las principales redes soporte de Internet sigue estando patrocinada por la National Science Foundation norteamericana (la NSFNET) y la mayoría de los científicos de todo el mundo la utilizan habitualmente.[ii]
El avance de las telecomunicaciones y la consolidación de los medios audiovisuales, la integración de todos éstos para utilizar una sola vía de transmisión, envío y recepción de información ha generado cambios importantes para el mundo, cada vez  da más importancia a la generación y  adquisición de conocimientos, siendo este fundamento lo que caracteriza a la sociedad actual como una "sociedad del conocimiento".
La sustitución del átomo por el BIT, de lo físico por lo digital, a un ritmo exponencial convertirá al homo sapiens en homo digitalis. Desde los humildes comienzos del ordenador, hace ahora poco más de medio siglo, este ha evolucionado de tal forma que se ha acercado a nuestras vidas cotidianas convirtiéndose en una herramienta de uso progresivamente generalizado[iii].
Las diferentes posiciones de los autores antes mencionados, coinciden en que la capacidad que van adquiriendo los grupos sociales para generar y aprovechar información, le permiten actuar ante situaciones imprevistas, también adquieren altos niveles de comprensión frente a las necesidades actuales, e incluso hacer uso de sus propios medios electrónicos para transmitirlas a otros, teniendo en consideración que los medios electrónicos no están a la disposición de ningún horario, ni distancia, con el fin de adaptar las aptitudes a cualquier forma de organización.
Pensadores de la Sociología del conocimiento destacan características esenciales de la sociedad del conocimiento: “el aprender a aprender, como condición indispensable de sobrevivencia” y el “conocimiento del conocimiento”, como bases del desarrollo social.
Para analizar la transición desde la Sociedad Industrial se hace necesario utilizar herramientas de análisis del materialismo histórico y dialéctico que desarrolló Karl Marx en el siglo XIX, en tanto que su método influyó en toda la ordenación social y económica, también ideológica y política.  Aunque en algunos aspectos se considera caduco, explicitó las bases de un modelo de sociedad basado en la industria y en el maquinismo electromecánico. Para medir el desarrollo y el progreso de las sociedades, Marx concibió el concepto de "Modos de Producción".
Toffler[iv] indica que en la historia humana solamente han habido tres grandes revoluciones, la primera revolución, denominada primera ola[v], fue la agrícola, que se inició hace diez mil años; la segunda revolución es la segunda ola, determinada por la revolución industrial iniciada hace trescientos años y; la revolución del conocimiento, siendo esta la tercera ola, cuyos rasgos principales de cambio se dan a partir de 1955. 
Es la interacción de estas revoluciones lo que explica que haya sociedades “bisecadas” (divididas en una sociedad dominante y una sociedad dominadora),  o “trisecadas”, es decir un mundo dividido en tres civilizaciones: la primera simbolizada por la herramienta, la segunda por la cadena de montaje y la tercera por el ordenador[vi].  Por lo que estamos ya inmersos en la revolución del conocimiento, esta revolución actual, se basa en un principio, en un tránsito. Así “la ley de correspondencia” entre las “estructuras técnicas de producción” y las “relaciones sociales de producción” propuestas por Marx, pierden vigencia con el desarrollo de la ciencia y la técnica a partir de la actual revolución del conocimiento, que ha incidido en el fracaso del sistema político y económico del comunismo. El proletariado es sustituido por el “cognitariado”[vii] como clase fundamental en el proceso productivo, el proletariado deja de tener la condición de clase estratégica para el desarrollo social.
Según Marx, el “capitalismo” es el sistema que tiene como soporte el “capital”, que transita en torno a los aspectos de la vida humana, al que debe su nominación. Se constituye que capital: se refiere a todo aquello que sirve para extraer y amasar plusvalía. Capital en la concepción marxista, se desvincula del objeto, puede convertirse en capital, si es que alguien lo emplea para ganar plusvalía, en caso contrario, el dinero se convierte en un medio de circulación.  Plusvalía es la clave de su teoría, y la clase obrera el agente social más importante desde el punto de vista estratégico. Por tanto, capital es plusvalía acumulada, el sentido de esta plusvalía se convierte en capital, y sólo se emplea para extraer más plusvalía. 
La oposición de Marx al capital era, fundamentalmente, la plusvalía, categoría que sólo tiene vigencia en tanto existe un régimen socioeconómico que tiende a convertir todo en “mercancía” siendo la fuerza más importante de trabajo del obrero. Se trata, en suma, de un pensamiento en el que se ponen de manifiesto las clases sociales, en la cual la clase obrera es la productora directa. Según Toffler en la “revolución del conocimiento” el “Cognitariado o productor indirecto” está reemplazando paulatinamente al “proletariado o trabajador directo”. 
Marx en El Capital inicia la exposición de su obra con la definición de mercancía por considerarla célula básica del sistema económico capitalista. La mercancía es el elemento más simple, sólo tiene dos elementos que son: “valor de uso” y “valor de cambio”. 
El valor de uso es lo mismo que utilidad, o sea que toda mercancía sirve para satisfacer cierta clase de necesidades, si fuese inútil nadie daría algo por ella. El valor de cambio es la proporción en que se intercambian unas mercancías por otras, teniendo en cuenta que todas tienen valores diferentes. En el vocabulario marxista, valor es desigual al precio aunque en la circulación de mercancías se expresa como tal. 
Marx indica que una de las características del sistema capitalista, es tratar de convertir la totalidad de los productos del trabajo en mercancías que son las mediadoras del valor y de la plusvalía. Si faltasen mercancías el concepto marxista  de valor y plusvalía serían hipotéticos. Es decir, hay una mercancía fundamental, sin la cual en realidad el capitalismo carecería de la posibilidad de extraer plusvalía, y por lo tanto el sistema mismo sería imaginario, si se tiene consideración que el sistema se sustenta en el capital, y esta categoría es la acumulación de plusvalía. Por eso es necesario entender la relación existente entre “mercancía-fuerza de trabajo-capitalismo” según la teoría marxista. 
Valor es la magnitud de trabajo socialmente necesario incorporado en las mercancías.  Una de las tantas mercancías que circula en la sociedad capitalista es la fuerza de trabajo del ser humano ya que hay personas que sólo disponen de la venta de su fuerza de trabajo. Como las demás mercancías, la fuerza de trabajo tiene valor de uso, tiene utilidad, que consiste nada menos que en producir otros bienes. El valor de la fuerza de trabajo tiene una dimensión inestable, generalmente por la heterogeneidad de bienes que consumen los trabajadores. El valor de la fuerza de trabajo del trabajador calificado es igual al valor del trabajador inexperto.
El valor de fuerza de trabajo del trabajador indirecto tiende a aumentar, el de la clase obrera se comprime, motivado por la rapidez del progreso de la tecnología, que determina la reducción del mismo, decreciendo, en consecuencia, el valor de su fuerza de trabajo.
El capitalista tiene empresas en las que se opera la reproducción ampliada, la expansión, como consecuencia de una competencia excesiva y constante, debe innovar, reducir costos, mejorar calidad y marketing para conquistar nuevos mercados, de lo contrario desaparece comercialmente, y como causa de esta situación, debe incrementar la plusvalía relativa, esto es mayor ganancia por la permanente reducción del valor de la fuerza de trabajo de las personas empleadas. 
En la sociedad capitalista el trabajador directo es libre como persona, pero al carecer de medios de producción, para satisfacer sus necesidades, disfrutando de esa libertad, percibe un salario y se hipoteca él mismo. Ofrece su actividad, su energía física, mental y su capacidad productora al servicio de su comprador, el capitalista. Entrega su energía física y mental, y lo más importante su capacidad productiva en acción. 
Sin embargo, en la actualidad, el mundo asiste a una nueva revolución denominada del conocimiento, de la Información o también de la Tercera Ola[viii]. Esta revolución que dominará el tercer milenio, se produce en la llamada “Era de la Globalización”. Las empresas y países que producen con tecnologías correspondientes a la tercera ola, producen más plusvalía relativa, los estándares de vida de sus trabajadores son superiores a los de aquellos que se ubican en la primera o segunda ola.  Así, cuanto más se imponga la revolución del conocimiento, el desgaste físico será inversamente proporcional a sus posibilidades de crear riqueza y de mejorar su calidad de vida. 
La producción de riqueza, en la actualidad, está inmersa en un mundo cada vez más integrado; donde el desarrollo de las fuerzas productivas reduce las distancias, costos de producción, multiplican la división del trabajo y tienden a dejar fuera de vigencia el trabajo físico, reemplazándolo por el mental, de forma tal, que el proletariado, será reemplazado pausadamente por el cognitariado. 
El ente productor que carezca de tecnología punta está desamparado en la economía  mercado. A su vez, esta tecnología punta incluye reducción del tiempo necesario de producción, del valor de las mercancías, de la fuerza humana y el incremento de los costos. Por tanto, la innovación tecnológica, reemplaza la fuerza de trabajo por tecnología, por conocimiento. Según Toffler, la fuerza de trabajo del obrero se va convirtiendo en accesitaria[ix]
La innovación tecnológica acelera la productividad y los volúmenes globales de producción. Como plantea Toffler[x] la tecnología de punta se basa en el conocimiento,  en la superación paulatina de la disociación entre producción y consumo que crea el mercado por el prosumidor, o sujeto que es a la vez productor y consumidor, e implica cierto retorno, sobre la base de la ciencia y la tecnología de la tercera ola. En la medida en que la "revolución del conocimiento" avance la producción mundial requerirá cada vez menos de la fuerza del trabajo obrero; entonces el cognitariado sustituirá al "proletariado".  Como consecuencia, el trabajo indirecto origina al menos tanto valor, o más, que el directo. 
La teoría de Toffler frente a la teoría de Marx, parte de su concepto de revolución del conocimiento, con seres humanos capacitados intelectualmente, para el manejo de robots desde oficinas, mediante ordenadores que se perfeccionarán, tanto en lo que respecta al hardware como al software, hasta magnitudes irreales. 
Para Toffler[xi], la tecnología de la información y la aplicación de la cadena de valor reduce las exigencias de mano de obra, energía, materias primas, tiempo, espacio, que redunda en la reducción de costos donde, para ser competitivo en las empresas la mayor importancia recaerá en los procesos digitalizados.

2. CONSTITUCIÓN DE LA REVOLUCIÓN DEL  CONOCIMIENTO: LA TERCERA OLA
La sociedad del conocimiento, transforma y define a la información como un recurso necesario para su integración social, política y económica. La transición de una sociedad denominada “sociedad de la información” a otra sociedad, tal como se le empieza a indicar, “sociedad del conocimiento”, cuyas bases se sostienen sobre  las estructuras de las redes y recursos de información, en la valorización del conocimiento de todos los miembros que se conforman en grupos y asociaciones a la cual pertenecen y al entorno intra e interinstitucional que lo conforma.

Representando gráficamente, en la figura, dentro de la pirámide informacional[i], y apoyándonos en las teorías sobre el conocimiento y la Sociología del conocimiento, se puede subdividir el nivel del conocimiento en otra pirámide para definir unos subniveles del conocimiento, por lo que podríamos interpretar, que la base más ancha corresponde al conocimiento absoluto, producto de la sociedad, sus grupos y clases sociales, pero cuando este conocimiento es procesado, requiere de otro conocimiento, para producir nuevo conocimiento, del cual se beneficiará la sociedad. Conformada hasta llegar a la punta, denominada sociedad del conocimiento, dentro del marco de la Sociología del conocimiento podemos destacar que las instituciones que se insertan dentro de un proceso de aprendizaje continuo para desarrollar y capitalizar conocimiento, definen sus propias estrategias para transferir ese conocimiento a su personal, y valora el conocimiento para potencializar a la misma institución. En este sentido, Páez Urdaneta[ii] define el conocimiento como: “aquellas estructuras informacionales que, al internalizarse, se integran a sistemas de relacionamiento simbólico de más alto nivel y permanencia”.
Doyle McCarthy,[iii] sistematiza el conocimiento como un proceso de diferentes niveles que continuamente evoluciona bajo las influencias del cambio social. El conocimiento todavía pertenece a todo lo que cuenta como conocimiento, de las creencias familiares, técnicas y remedios para vivir, a las ideas religiosas y opinión de la colectividad. También se entiende conocimiento como la expresión de las experiencias colectivas de sociedades así como de los grupos particulares, clases, regiones, y comunidades. Esta concepción de conocimiento también incluye las ideas, programas, e información desarrollada y diseminada por un organizador de obreros, el profesional, como doctores, científicos y abogados, u obreros de servicio.
Sin embargo, e independientemente del término, lo significativo es que existe coincidencia en que estamos transitando de una sociedad denominada industrial a otra sociedad basada en recursos de información y administración, en organizaciones concebidas como redes de conocimientos, en la capacidad de emprendimiento y aprendizaje, que a la vez demanda profesionales y trabajadores capaces de resolver problemas complejos y enfrentar situaciones contingentes.
En algunos países, se ha demostrado que en la creciente competencia por los mercados globales, la educación y el conocimiento juegan un papel relevante, en tanto que las nuevas industrias (biotecnología, telecomunicaciones e informática, entre muchas más) dependen más de la organización del conocimiento y del aprendizaje, que de recursos naturales, tamaño de empresas o materias primas. La última década se ha caracterizado por una expansión acelerada de las telecomunicaciones en todo el mundo. La popularización de Internet en la década de los noventa del siglo XX aceleró, aún más, este fenómeno que también se ha visto favorecido por un decremento en el precio de los  equipos y un aumento en sus capacidades de procesamiento. La fuerza de este cambio reside en la síntesis de un conjunto de tecnologías diversas llamadas “tecnologías de información” que abarcan todos los componentes del procesamiento y distribución de la información en  formato digital y que han tenido un impacto importante en todos los campos de la actividad humana. La revolución de las comunicaciones globales derivada de la aparición de Internet, ha sido considerada como el inicio de una nueva era a la que se ha denominado era de la información, entre otras acepciones.

3. IMPORTANCIA DE LAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN
Se considera que la llamada World Wide Web (WWW) es el origen del surgimiento de esta nueva cultura, ya que cuenta con una estructura, con una naturaleza dinámica y en constante proceso de revisión, reorganización y actualización. Asimismo, la WWW se caracteriza por una verdadera universalidad, ya que integra visiones universales  sobre todos los temas, lo cual conlleva a implicaciones culturales enormes, puesto que lo que difunde esta Red refleja las manifestaciones cotidianas de los individuos y de las organizaciones del mundo real.
Entre las áreas de actividad humana en las que las tecnologías de la información están teniendo mayor impacto se encuentran, el aprendizaje y la adquisición de conocimientos; el trabajo; y la comunicación.
Por ejemplo, en el contexto educativo, se ha considerado, que utilizar Internet como herramienta auxiliar en la educación, permite generar todo tipo de conocimiento a partir de un universo más amplio de información, que va más allá de los libros de texto y de los materiales educativos convencionales.
En lo referente a los cambios en el ambiente y la organización del trabajo, el desarrollo de las tecnologías de información ha incrementado las opciones de los negocios, centrando al conocimiento en la mayoría de las actividades desarrolladas por el hombre, situación que ha llevado a la aparición de empresas u organizaciones virtuales. En este tipo de empresas, el modelo de trabajo se inserta en una línea de ensamblaje, en el que cada persona tiene una especialidad o destreza bien definida y es el principal responsable de una parte del proceso, que tiende a ser sustituido por un modelo que se basa en la integración de grupos de individuos con varias destrezas y competencias, que interactúan a lo largo del proceso. 
REFERENCIAS
1.    LAMO DE ESPINOSA, ELa sociología del conocimiento y la ciencia, 1994; p. 18
2.     ECHEVERRÍA, J. Los señores del aire : Telépolis y el tercer entorno, 1999; p. 460
3.    TERCEIRO. J. B. Socied@d digit@l : el homo sapiens al homo digitalis, Año;  p.27
4.    TOFFLER, A. y. H. Las guerras del futuro : la supervivencia en el alba del siglo XXI, 1994; p. 37
5.    Este símil de las olas es una reproducción de expresiones utilizadas por Norbert Elias, en su obra The Civilizing Process, y se refiere a “una ola de progresiva integración a lo largo de varios siglos”. En 1837, un escritor describía la colonización del Oeste norteamericano en términos de sucesivas “olas” primero los pioneros, luego los granjeros, después, la “Tercera Ola” de migración por los intereses comerciales. En 1893, Frederick Jackson Turner citó y utilizó la misma analogía de olas en su clásico ensayo The Significance of the Frontier in American History. Lo nuevo, por lo tanto no es la metáfora de la ola, sino su aplicación al cambio que se está produciendo en la Civilización actual. Esta información está disponible en: Capítulos de Alfabetización. http://www.geocities.com/ResearchTriangle/Forum/7053/capitulos/capitulo1.html. Consultado el: 26-03-03 
6.    TOFFLER, A. y. H. Idem.
7.     PÁEZ URDANETA, I. Gestión de la inteligencia. Aprendizaje tecnológico y modernización del trabajo informacional : retos y oportunidades,  1992; p. 100
8.    [1]PÁEZ URDANETA, I. Op.Cit; p. 102
9.    MCCARTHY. E. D. Knowledge as Culture : The new sociology of knowledge, 1996; p. 22-23
10.   ROEL PINEDA, V. La Tercera Revolución Industrial y La Era del Conocimiento. Capítulo V: La irrupción de la Era del Conocimiento.  Los Primeros Indicadores. Disponible en: http://200.10.68.58/bibvirtual/libros/Tercera_revoluc/cap051.htm. Consultado el: 19-04-01
11.  MANRIQUE, N. La sociedad virtual y otros ensayos. Disponible en: http://www.andes.missouri.edu/andes/comentario/nm_sociedad.htm. Consultado el: 17-02-01. Las comunidades virtuales, son grupos de personas constituidos espontáneamente, en este trabajo nos referimos a las características distintivas en el mutuo desconocimiento entre sus miembros.
12.  RIFKIN, JEl fin del trabajo : Nuevas tecnologías contra puestos de trabajo, 1997. p. 25
13.  DECLARACIÓN Universal de los Derechos humanos. Disponible en: http://www.un.org/spanish/aboutun/hrights.htm. Consultado el: 03-04-01
14.  El resaltado es personal, para destacar la parte del texto que interesa a los efectos de este trabajo.
15.  RIFKIN, Op. Cit. p. 25
16.   RIFKIN, Idem. p. 27
17.   BUENO, E y SALMADOR, M. Idem.; p. 57
18.   DRUCKER, P. F. La sociedad poscapitalista,  1998; p. 53
19.   MIRANDA, A. Los conceptos de organización basada en la información, 1995; p. 2





















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