Conceptos fundamentales de la planificación. Prof. Oswaldo Martínez


Arq. Oswaldo J. Martínez H.
Escuela Venezolana de Planificación
Dirección de Docencia e Investigación

La planificación en su teoría conlleva conceptos fundamentales que parecen lógicos o intrínsecos al proceso mismo de planificar, pero se tienden a pasar por alto muchas veces. Por ello se requiere sintetizar estos conceptos sin los cuales metodológicamente un “plan” no es tal.
Iniciaremos con el concepto de planificación, del cual hay muchas definiciones, pero se citarán solo dos por razones prácticas.
Una definición corta, pero clara y precisa que dio Russell Ackoff en 1973, y que conlleva su esencia, expresa que planificar es,
Concebir un futuro deseado así como los medios necesarios para alcanzarlo (como se cita en Godet, 2000, pág. 3).
Otra definición más elaborada que hace Carlos Matus, nos permite reflexionar un poco más sobre la profundidad de la tarea de planificar,
Planificar significa pensar antes de actuar, pensar con método, de manera sistemática; explicar posibilidades y analizar sus ventajas y desventajas, proponerse objetivos, proyectarse hacia el futuro, porque lo que puede o no ocurrir mañana decide si mis acciones de hoy son eficaces o ineficaces. La planificación es la herramienta para pensar y crear el futuro. Aporta la visión que traspasa la curva del camino y limita con la tierra virgen aun no transitada y conquistada por el hombre, y con esa vista larga da soporte a las decisiones de cada día, con los pies en el presente y el ojo en el futuro (como se cita en Huertas, 1993, pág. 6).
Entonces se hace necesario para tener un plan, que este sea pensado en términos de poder lograrlo, que se trabajen todos los aspectos que nos permitan asegurar que los objetivos que planteamos son realizables y podamos contar con lo necesario para realizarlo. En este sentido, la planificación contiene dos aspectos que son imprescindibles, la viabilidad y la direccionalidad.
Primero que todo, como condición sine qua non la viabilidad, porque un plan que no es viable no es un plan, es una lista de deseos, una lista de buenas intenciones, una lista de todo lo que nos gustaría hacer pero sin disponer de lo necesario para su ejecución, por lo menos en los lapsos planteados. En consecuencia, el “plan” no se podrá llevar a cabo y terminaríamos realmente improvisando. Matus lo manifiesta perfectamente en esta explicación,
Una ley, un decreto, un acuerdo..., son una orden. La relación de esa orden con su cumplimiento es el centro del problema de la planificación. La sola existencia de la orden y de que esta sea “racionalmente” concebida, no supera su propia fuerza o debilidad, no allana los obstáculos que se oponen a ella o le abre viabilidad, ni es una guía completa para la acción práctica. La norma no es todavía un plan. El plan sólo surge cuando se diseña la cadena de acciones necesarias para crear una alta probabilidad de éxito al cumplimiento de la meta, y allí necesariamente se combinan hechos políticos y hechos económicos capaces de producir una situación que conduzca al objetivo señalado por la orden (Matus, 1980, pág. 27).
Muchas veces nos planteamos una cadena de aspiraciones creyendo que son planes, pero planificar no es tan solo enunciar lo que se quiere hacer, el centro del problema de la planificación es que efectivamente se pueda ejecutar lo que queremos, nuestros deseos solo se convierten en planes cuando identificamos todas y cada una de las acciones necesarias que producen una alta probabilidad de cumplir lo que nos hemos propuesto, solo en ese punto tenemos un plan. Este, como dice Matus, es el centro del problema de la planificación, lo más importante.
Además, hay que darle direccionalidad al plan, dado que planificar no es una actividad científica, un plan no contiene la verdad, como señalamos anteriormente busca los medios más idóneos para alcanzar los objetivos propuestos, de acuerdo a lo que nos resulta importante alcanzar según nuestros valores, en consecuencia el plan busca la utilidad y en este sentido es una tecnología,
Si la ciencia busca entender y explicar lo que ocurrió, ocurre, o lo que ocurrirá para lograr la verdad, la tecnología más bien se ocupa de averiguar lo que hay que hacer para alcanzar un desarrollo determinado. Son tipos de conocimientos diferentes, por un lado la ciencia, detrás de la verdad, por el otro, la tecnología, tratando de tener la suficiente eficacia y eficiencia para ser útil. Verdad versus utilidad parecen ser los términos contrapuestos que establecen una clara distinción entre la ciencia por un lado, y la tecnología, por el otro (Giordani, 2017, pág. 50).
La información que utilizamos para elaborar el plan puede provenir de datos científicos, como lo es la información estadística, pero el plan en sí mismo no es una actividad científica, es una herramienta tecnológica que nos permite ser eficaces y eficientes en la consecución de los objetivos que nos hemos planteado. La forma de evaluar este trabajo, es decir, medir continua y sistemáticamente en el tiempo los resultados obtenidos y comparar esos resultados con los deseados, evaluar que los objetivos que nos trazamos en el plan eran viables, que la dirección que se le dio fue la correcta, que no era una lista de buenos deseos, sino que efectivamente se configuró un plan, la forma de evaluar esto es a través de indicadores y metas. Los indicadores son la unidad de medida de esos objetivos y las metas la cuantificación en la escala del indicador, que necesariamente estarán atados a una fecha de cumplimiento, porque donde no hay metas cualquier cosa se puede plantear como un logro. Decía H. James Harrington que,
Si no puedes medir algo, no puedes entenderlo. Si no puedes entenderlo, no puedes controlarlo. Si no puedes controlarlo, no puedes mejorarlo (como se cita en Salazar, 2015).
Referencias
Giordani, J. (2017). De la planificación imposible a la improvización permanente. Retos y desafíos de la planificación Bolivariana. Caracas, Venezuela: Lulu.
Godet, M. (2000). La Caja de Herramientas de la Prospectiva Estratégica. Paris, Francia: Gerpa.
Huertas, F. (1993). El método PES. Planificación Estratégica Situacional. Ecuador: Cereb - Altadir.
Matus, C. (1980). Planificación de Situaciones. México: Fondo de Cultura Económica.
Salazar, L. (2015). Gazafatonario IT. Recuperado el 2015, de http://www.gazafatonarioit.com/2015/04/sobre-medir-y-controlar-o-de-como-tom.html



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